Cuento de los Hermanos Grimm con ilustraciones de Janusz Gravianski
EN UN PUEBLO vivía una vieja que había recogido un puñado de judías y las iba a cocer; preparó un ben fuego en el fogón, y, para que ardiera mejor, lo encendió con un manojo de pajas. Al echar las judías a la cazuela, una se le cayó y se quedó en el suelo junto a una pajita. Y al poco rato, saltó del fogón una brasa y cayó junto a la paja y la judía.
La paja dijo entonces:
― Hola, amigas; ¿De dónde venís?
― ¡Qué suerte he tenido! ― contestó la brasa ― He podido saltar del fogón; y si no salto a tiempo, ya estaría convertida en cenizas.
― ¡También yo he tenido suerte! ― dijo la judía ― Si la vieja me hubiera metido en la cazuela, a estas horas ya estaría hecha puré, como mis compañeras.
― ¡Pues yo también me he librado por los pelos! ― dijo la paja ― Mis hermanas no son ya más que humo. La vieja nos arrancó a sesenta de un tirón, pero yo he podido escaparme.
― ¿Qué haremos ahora? - dijo la brasa.
― Pues yo creo que, ya que hemos tenido tanta suerte, lo mejor es que sigamos juntas ― dijo la judía ― y que nos vayamos a otras tierras, no sea que aquí nos esperen más peligros.
Las otras dos encontraron muy buena la idea de la judía, y se fueron las tres juntas por el mundo. Llegaron a la orilla de un arroyo y no había ni puente ni barca para pasar; entonces a la paja se le ocurrió una idea:
― Me atravesaré sobre el agua, podréis pasar las dos.
Se colocó entre las dos orillas; y la brasa, que siempre había sido muy fogosa, quiso pasar la primera. Pero cuando estaba por la mitad, al oír el ruido del agua se asustó, se quedó parada y la paja empezó a quemarse, se partió en dos y se cayó al agua; la brasa se cayó también, chisporroteó y se murió. Y la judía que estaba en la orilla, al ver aquello se empezó a reír, y tanto se rio que reventó. Menos mal que en aquel momento pasó por allí un sastre que iba de camino; era un sastre de buen corazón. Sacó su aguja y un hilo y cosió a la judía, y la judía le dio las gracias; pero como el sastre la había cosido con hilo negro, todas las judías tienen desde entonces una hebra oscura.
FIN
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.